Retrato: Claire, 28 años, deja todo atrás, aprende holandés y empieza de nuevo en Ámsterdam

Presentamos un nuevo capítulo de nuestros retratos de usuarios de Babbel, una instantánea de la vida y las experiencias de los usuarios en el aprendizaje de un nuevo idioma. ¿Deseas compartir tu propia historia?¡Háznoslo saber en la sección de comentarios! ¿Has soñado alguna vez con dejar todo atrás para empezar de nuevo en el extranjero? […]
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Presentamos un nuevo capítulo de nuestros retratos de usuarios de Babbel, una instantánea de la vida y las experiencias de los usuarios en el aprendizaje de un nuevo idioma. ¿Deseas compartir tu propia historia?¡Háznoslo saber en la sección de comentarios!

¿Has soñado alguna vez con dejar todo atrás para empezar de nuevo en el extranjero? Esto es exactamente lo que Claire, de 28 años, ha hecho. Dejó su vida en la ciudad de París y se mudó a Ámsterdam, donde conoció a Mirjam, con quien vive actualmente. Claire nos habla sobre su experiencia en el aprendizaje del holandés y de su nuevo estilo de vida.


Antes de mudarme a Ámsterdam hace tres meses, era directora de proyectos de urbanismo dentro de una comunidad de aglomeración en un suburbio al este de París. Dirigí proyectos que pretendían mejorar las condiciones de vida de personas que residían en viviendas inseguras o con condiciones por debajo del estándar, de las que hay muchas en esta zona de Île-de-France.

Siempre me ha gustado Ámsterdam, pero lo que realmente me hizo dar el paso y mudarme fue una historia de amor. Conocí a Mirjam hace aproximadamente dos años a través de una amiga francesa que vivía en Ámsterdam y a la que visitaba de vez en cuando. Mirjam es alta y rubia, justo como la imagen habitual de mujer holandesa, pero este es el único estereotipo que coincide con ella. Tiene varios amigos extranjeros, por lo cual no es posible decir que al principio existiera una barrera lingüística. Nosotras simplemente nos hablábamos en inglés (todavía lo hacemos). Ella piensa que tarde o temprano cambiaremos al holandés, pero de momento… ¡no estoy preparada! Esta es la primera vez que mantengo una relación con alguien que no sea francés, y ahora me doy cuenta de que una vez que superas las dificultades iniciales al hablar de tus sentimientos y llegas al punto en que puedes hablar al otro tan bien como en tu lengua materna, es realmente una ventaja y algo que fortalece la relación. Todavía estoy descubriendo las diferencias entre el estilo de vida y las costumbres particulares de cada país. Por ejemplo, parece que entre el 50 y el 70 % de las conversaciones holandesas giran en torno a las «fiets» (bicicletas) y las «vakantie» (vacaciones). Por otra parte, mis compañeros de piso están sorprendidos con mis hábitos alimenticios: cenar después de las 9 p.m. o comer algo caliente al mediodía.

En junio del 2015 empecé a aprender holandés con Babbel durante 3 meses. El progreso que hice gracias a la aplicación me permitió inscribirme directamente en un curso elemental en el Nouveau Centre Néerlandais en París desde septiembre hasta enero del año 2016. He obtenido el nivel B1 y pronto empezaré un ciclo de cursos intensivos en Ámsterdam para alcanzar el nivel B2. Al principio tenía una muy mala impresión del idioma holandés, pensaba que era gutural y seco, a diferencia del italiano u otras lenguas latinas. Pero cuando empecé a familiarizarme con el idioma, cambié de opinión, y ahora creo que es un idioma agradable de aprender y con aspectos bastante divertidos y lúdicos (las palabras son similares a las alemanas, por ejemplo, “handschoenen” = guantes, pero literalmente significa zapatos para las manos). ¡Por supuesto que sigue pareciéndome que la «g», la «ch» y otras letras son muy difíciles de pronunciar! También tengo una relación especial con este idioma, ya que tengo un apellido de origen flamenco, aunque desconocía la lengua y su cultura. De algún modo, al aprender el idioma siento que vuelvo a mis raíces.

12032287_10156205257090165_6758226207932589125_nPor el momento, me he tomado seis meses de licencia sabática de mi trabajo en Francia y estoy como voluntaria de una ONG y una fundación que ayudan a refugiados en Ámsterdam. Para mí es una buena manera de combinar el compromiso activo y el descubrimiento de Holanda a nivel profesional, a la vez que dedico tiempo para perfeccionar mi conocimiento del idioma.

Los horarios y el número de horas de trabajo son muy diferentes aquí. Está mal considerado si te quedas hasta más tarde, sea bueno o malo. Algunas personas me dijeron que cuando alguien se queda hasta tarde en el trabajo, en vez de ser algo apreciado, se considera más bien como una señal de que no es una persona muy organizada. También tengo la impresión de que la gente aquí es más directa en la forma de elogiar o, por el contrario, de criticar el trabajo de los demás (en Francia esto es una especie de tabú). Pero aquí, como en todas partes, nadie es perfecto. Por ejemplo, siento que cuesta admitir que no sabes cómo hacer algo y que hay menos espíritu de equipo que en Francia.

Mi objetivo es asentarme por un tiempo prolongado. Por tanto, planeo comenzar a buscar un trabajo dentro de un mes o dos. Hoy por hoy, todavía me queda un largo camino por recorrer antes de ser bilingüe, pero estoy motivada: mi meta es alcanzar un nivel lingüístico competente para encontrar un empleo en Ámsterdam, ya que me gustaría vivir aquí a largo plazo. Por supuesto, es posible encontrar un trabajo en algunos sectores donde solo se hable inglés. Sin embargo, mi área (vivienda/planificación urbana) involucra las relaciones con los habitantes. Por tanto, creo que el dominio del idioma es esencial.

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Babbel

Somos un equipo de 750 personas provenientes de más de 50 países con una pasión en común: los idiomas. Desde nuestras oficinas en Berlín y Nueva York, ayudamos a la gente a descubrir las maravillas del aprendizaje autónomo. Actualmente ofrecemos 14 idiomas distintos, desde inglés hasta indonesio, y nuestras aplicaciones móviles se descargan hasta 120 000 veces al día.

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